En el anterior artículo, (clica aquí) hablábamos de algunos factores que podrían explicar los cambios que parecen estar aconteciendo en las conductas y prácticas sexuales, en amplios colectivos juveniles y, tambien, en población adulta. Hoy veremos algunos de los más destacados.
Cambios en prácticas sexuales
De lo dicho con anterioridad, se desprende que la pornografía está cambiando no solo la estética corporal o las actitudes ante el sexo, sino también y sobre todo las prácticas sexuales de algunos adultos y jóvenes. Centrémonos en una práctica que se está convirtiendo en paradigma de estos cambios: la penetración anal. Otro día hablaremos de la eyaculación en cara/boca, de la axfisia o de “jugar a violaciones”.
La penetración anal parece normalizarse en la población juvenil, también en los adultos menores de 40 años, a pesar de que muchas chicas la viven como dolorosa, arriesgada y coercitiva. Diferentes informes y la casuística clínica, constatan que además existen creencias erróneas como “a la gente debe gustarle si lo hace” o “duele solo al principio”, por lo que se espera que los chicos persuadan o coaccionen a las chicas remisas a practicarla.
Es paradójico constatar que pocos jóvenes informan de sentir placer en el sexo anal y tanto chicos como chicas esperaban que esa práctica fuera dolorosa para ellas. Parece que el mutuo acuerdo no es un elemento relevante y prioritario para los varones. Se cree que, aunque al principio es inevitable el dolor, incluso producir lesiones a la chica, “hay que seguir adelante hasta que se cansen y te permitan hacerlo de todos modos”. Es cuestión de presionar con más o menos intensidad y tino. Diferentes testimonios de mujeres adultas indican que esos procedimientos están así mismo extendidos en varones adultos.
Da la impresión de que la coerción forma parte de la penetración anal, es decir parece estar normalizada o al menos no es puesta en cuestión. Es un precio que ella tiene que pagar. También se señala la penetración “accidental”, no consensuada, como una maniobra prevista de antemano y planificada con anterioridad.
Sin entrar en las consecuencias de infecciones sexuales y fecales que comportan estas prácticas sexuales que el porno impone como normales (penetración bucal,vaginal y anal alternativamente y sin uso del preservativo), el acoso y la presión de los chicos hacia las chicas para que se presten al sexo anal parece también entrar dentro de la normalidad. En realidad, de lo que se trata es de persuadir a su pareja para que lo haga, porque es algo que, a tenor de las imágenes de los vídeos, no solo no comporta ninguna dificultad sino que, además, le gusta a la mayoría de las chicas y a todas las actrices porno porque, a juzgar por las imágenes, disfrutan enormemente con ello.
Una idea más: el sexo anal se ha convertido en un elemento de prestigio y popularidad entre los varones, (“le rompí el culo”) al hilo de muchos de los títulos de las películas pornográficas, particularmente explícitos de su contenido y que actúan como buen “gancho” para su visionado. De tal modo es así que conseguirlo y contarlo es una expectativa atractiva, siendo recompensada luego por el grupo, en forma de reconocimiento y admiración, con la contrapartida de la reputación de las chicas. Esto incrementa la presión en ellas que tienen que fingir que disfrutan y que eligen esas prácticas so pena de ser estigmatizadas por el grupo de chicos y chicas.
El caso de la asfixia es muy preocupante para las chicas que son las que sufren las consecuencias.

Sorprende la frialdad con la que los chicos abordan el dolor de ellas, considerándolo inevitable, ni que tampoco parecen plantear cambios en las técnicas (lubricación, penetración más lenta, llevarla a cabo en fases..) para aminorar las molestias.
Este es un logro más de la conducta reiterada que exhiben las películas porno con ciertos grados de violencia: que las chicas son capaces de elegir implicarse en prácticas sexuales que forman parte del modelo y del imaginario sexual masculino aun a costa del dolor, de la experiencia traumática y de posibles lesiones. Otra cosa es que la vivencia de la chica pueda ser un “sacrificio” para mantener al novio, no frustrarle o simplemente hacer lo que hacen todas sus amigas.
Como es sabido la mayoría de los jóvenes españoles, antes de los 16 años consume porno habitualmente, desde la edad de 6-8 años, según los estudios más recientes. Algunos especialistas cifran en unas 10.000 horas de visionado de estos vídeos, en torno al 25% de los chicos, antes de la mayoría de edad. La cifra es escalofriante teniendo en cuenta la habituación y los cambios cerebrales que comporta, máxime en aquellos menores cuyo cerebro está en desarrollo.
Dado que este tema del desarrollo cerebral y el impacto de las películas sexuales, nos interesa sobremanera, le hemos dedicado seis artículos, que te invito a leer, amable lector/a.
En estos vídeos, repetimos, que ven muy a menudo, son frecuentes las prácticas sexuales violentas como asfixiar, dar azotes, escupir, tirar de los pelos, felaciones con arcadas, atar…, constituyendo una guía fehaciente de lo que hay que hacer cuando estás con una chica. En los films observan como el actor y la actriz disfrutan realizando ese tipo de prácticas y, mientras el joven las ve, se excita con ello, se masturba y obtiene un placer intenso que refuerza la conducta, tendiendo a repetirla.
Una de las webs de porno, de los millones existentes, por poner un ejemplo, ofrece en su base de vídeos 64.494 resultados cuando introduces el término violaciones. Los títulos ya son de por sí elocuentes y bastantes de ellos con protagonistas cuya edad en ningún caso supera los 18 años. Este tipo de webs y de vídeos están al alcance de cualquiera.

No pocos títulos son inaceptables. Este tema, en particular el referido al género del incesto, que es muy abundante en estas plataformas, lo hemos analizado aquí.
En preciso subrayar que el placer sexual es el refuerzo natural más importante de la conducta. Es la primera adicción de la especie humana porque la naturaleza ha previsto que la supervivencia de la especie sea el objetivo primordial y prioritario, circunstancias todas ellas a las que el cerebro presta extraordinaria atención, y en aras de la neuroplasticidad: cuanto más se repite más importancia le concede. Los vídeos porno, en su mayoría, erotizan la violencia del hombre sobre la mujer, en sus diferentes formas y dosis. La normalizan y la legitiman.

Y todo ello sin preservativo: penetración anal, vaginal, bucal, alternativamente y sin solución de continuidad…”a pelo”. ¿Luego nos sorprende el aumento de los embarazos no deseados, los abortos o las Infecciones de Transmisión Sexual ? Qué esperábamos!
Hablamos de todo ello en nuestro libro Mamá! Estoy embarazada!
Probablemente no hay chute más atractivo para un adolescente, que ver pornografía en una deslumbrante pantalla en la intimidad de su habitación, excitado a tope mientras la dopamina inunda su cerebro. ¿Hay algo más novedoso, seductor, excitante y placentero que eso? ¿Y adictivo?
Las consecuencias ya se están viendo en forma de incrementos de delitos sexuales de menores a menores como han señalado los informes de la fiscalía española correspondientes a 2019 y 2020. Muy probablemente irán en aumento y eclosionaran en los próximos años. Los efectos del consumo de pornografía en las agresiones sexuales son analizados ampliamente en nuestro trabajo educativo. Sin que digamos que hay una relación causa-efecto, si hay suficientes evidencias científicas que es un factor a considerar muy seriamente.
Recibo a menudo en RR SS, testimonios de hombres y mujeres acerca de los efectos de consumir porno en su infancia. Este es uno de ellos, que transcribo tal cual:

Sin embargo el testimonio que mayor interés despertó en mi fue la entrevista que le hicieron a Billie Eilish, donde reconoce las consecuencias de haber comenzado a consumir pornografía a los 11 años, entrevista que se hizo viral a nivel planetario. En concreto esta es la de EL PAIS.

Por todo ello nosotros hemos propuesto una nueva denominación terminológica que entierre el término pornografía, proponiendo un consumo controlado de películas sexuales eróticas, frente a las películas sexuales pornoviolentas que deben merecer nuestro rechazo. ¿Qué necesidad hay de erotizar la violencia contra las mujeres y menores?
Es absolutamente prioritario que la educación sexual incluya estas cuestiones en sus contenidos, para evitar una generación de #niñosyniñaspornográficos. Sin embargo, en España es una asignatura pendiente todavía, hecho este incomprensible e inaceptable en una sociedad moderna y civilizada. ¿Cuánto sufrimiento innecesario, gratuito, necesitamos aún, para legislar e implementar programas educativos en todos los niveles de enseñanza? ¿Cuántos destrozos emocionales y afectivos tendrán que ocurrir todavía en nuestros menores y jóvenes?
Mi trabajo profesional ha estado enfocado a prevenir los riesgos de salud sexual, pero también de manera relevante, promover una mejor salud sexual en la población. Desde esta perspectiva entendemos la sexualidad como una dimensión positiva y bienhechora de la vida, maravillosa cuando se da en un marco de mutuo acuerdo y empatía.
Por ello, es lamentable e inaceptable que para muchas chicas y algunos chicos, sus primeras experiencias sexuales estén marcadas por el dolor y el sufrimiento que podrían acompañarle el resto de su vida. No podemos permitir que el aprendizaje de los hechos sexuales esté marcado por la violencia que existe en numerosas cintas de vídeo porno y que la mayoría de los menores ve, se excita, y refuerza su impacto con el placer sexual que obtiene al hacerlo.
De momento lo único que podemos hacer es capacitar y educar a nuestros menores y jóvenes, tanto en la familia como en los centros de enseñanza, con el fin de prevenir estos efectos y promover estilos de vida sexual saludables y gratificantes.
NOTA FINAL.
Desde mi compromiso formativo y de prevención, en nuestro libro TUS HIJOS VEN PORNO 2, analizamos el papel de las películas sexuales porno violentas en las agresiones y abusos sexuales, proponiendo un modelo de intervención educativa para desarrollar en casa y en los centros de enseñanza, pretendiendo ayudar en esta difícil tarea a padres, madres y docentes, con la finalidad de prevenir esas lacras en nuestra sociedad.
(*) PornEducation para el finde, ¿te atreves?, es una nueva propuesta, una más, a modo de campaña de sensibilización, que quiere ofrecer contenidos formativos por medio de artículos de divulgación, sobre seualidad, educación sexual y pornografía, que se publicaran en este blog cada viernes, para leerlos y comentarlos el fin de semana con tranquilidad, con el hashtag: #PornEducationParaElFinde
He descubierto a Jose Luis Garcia por casualidad, escuchando Onda Cero, y como licenciado en psicología estos artículos me parecen de lo más interesante que he leído sobre el tema. Pero estaría bien dar consejos más concretos, para que no haga falta aprender de videos pornoviolentos.
Por ejemplo, desde mi experiencia personal:
1. Usar un lubricante agradable y barato, como el “Aceite corporal Aloe vera Deliplus” de Mercadona (1,65€), prevendría molestias y lesiones. Además es un producto ideal para empezar con un buen masaje.
2. Penetración más profunda (oral/vaginal/anal) no equivale a penetración más placentera para el varón, más bien al contrario. Además, cuanto más profunda la penetración, más riesgo de nauseas (via oral) y más riesgo de contacto con heces (via anal).
3. La penetración vaginal es probablemente la más placentera de las tres.
Gracias. Tienes razón, Y en eso estamos. En mis libros TUS HIJOS CEN PORNO 1 y 2 sugerimos indicaciones concreta en la educación sexual
Un saludo
Excelentes artículos que he descubierto hoy, y que voy a reenviar a mis hijos de 20 años. Son impactantes, y terroríficos de lo que nos viene encima…
Cuando tenía unos 15 años, encontré en la biblioteca municipal el informe Kinsey sobre sexualidad masculina, y con más suerte el informe Hite sobre sexualidad femenina. Lo que más me impactó por entonces fue la abrumadora cifra de mujeres que habían simulado un orgasmo, por toda una variedad de razones que parecen todas inaceptables en un contexto de intimidad relacional. Porqué simular? Qué hay detrás de ello?
Por otra parte, lo que me quedó claro por entonces, fue que había mucha diferencia entre la fantasía sexual y el deseo de su realización, sobretodo para mujeres: aunque ciertas imágenes puedan causar excitación, no significa para nada que la mujer (o el hombre) disfrute de ponerlo en práctica.
Gracias. Un saludo