El diario EL PAIS me publica una extensa entrevista de Isabel Valdés

Estoy MUY FELIZ, porque el diario EL PAIS, pública hoy una extensa entrevista en la que hablo de los aspectos más relevantes de la realidad del consumo de porno en menores y el reto que supone para su futuro sexual y afectivo, ofrecerles una educación sexual profesional y científica previa a esa experiencia. He dicho muchas veces que tenemos que adelantarnos y hablar largo y tendido con nuestros hijos/as, para que tengan “otra mirada” cuando eso ocurra, que ocurrirá, es decir: que el porno encuentre los encuentre a ellos/as.

Muy satisfecho por el resultado de la entrevista que me hace Isabel Valdés, ya que ha recogido algunas de las cuestiones más significativas de mi trabajo. A mi entender, es necesario que los medios de comunicación se hagan eco de este grave problema de salud y por ello me congratula el que vaya a más: en el último mes ha habido numerosos medios que se han interesado por mi trabajo, como he señalado en otras entregas de este mismo blog. Clica si quieres ver estas, estas o estas.

Entre otras, algunas de las ideas más destacadas que hace la periodista de nuestra larga conversación, son las siguientes:

Recoge algunos aspectos de mi biografía profesional, destacando el curso del Experto en Prevención de los Efectos de la Pornografía en la Salud Afectivo-Sexual que imparte la universidad española, Rey Juan Carlos, de Madrid. y me pregunta que cambios ha habido a lo largo de mi experiencia: “un “cambio abismal” en cómo crecemos, interactuamos y nos socializamos con el porno. También de la idea, “inocente”, de plantear “acabar” con la pornografía. Y de una certeza: “Hay que hablar de porno [con los menores], precisamente porque no va a desaparecer. Solo lo hará cuando deje de consumirse”.

El deseo sexual necesita estímulos.

Esta cuestión provocó, ese mismo día de la publicación en las RRSS y como suele acontecer, una cierta(aunque vieja) polémica respecto de la prohibición/abolición/regulación de la pornografía que he analizado en otras ocasiones, tanto en diversos artículos, como en mi programa TUS HIJOS VEN PORNO.

Yo lo tengo muy claro: El deseo sexual necesita estímulos para activarse. Esto ha ocurrido desde el origen de la especie humana y seguirá existiendo hasta su extinción. Es, pues, una cuestión genética y supervivencial. Los estímulos más eficientes y poderosos son los audiovisuales y, por esa razón, la pornografía tiene tanto éxito y su consumo se ha normalizado y generalizado en todo el planeta, de manera transversal. Así de sencillo, porque excita y da placer.

Defiendo entonces que necesitamos estímulos sexuales saludables, para hacer frente a los estímulos sexuales no saludables de la industria pornográfica violenta. Sin embargo, la cuestión primordial es la siguiente: si solo hay estímulos pornográficos violentos como ocurre ahora, serán utilizados sí o sí, a no ser de que capacitemos a los menores y jóvenes (EMPEÑO EN EL QUE LLEVO MÁS DE 4 DÉCADAS) para que repudien cualquier tipo de violencia sexual, circunstancia que nos llevará mucho tiempo y muchos recursos económicos. Hace 43 años, ya escribía esto:

Empero, la consecuencia es que, durante ese tiempo, muchos chicos y chicas sufrirán los efectos en su futuro sexual y afectivo. Ellos/as y sus familias.

Mucho más tiempo nos llevará pretender abolir la pornografía y convencer a los defensores radicales de la libertad de expresión (la suya) y de consumo y a los que obtienen pingues beneficios de esa actividad. Dudo que sea posible en un modelo socioeconómico neoliberal hasta las trancas, que goza de una salud extraordinaria en todo el mundo y que no tiene ningún viso de desaparecer. El sexo genera inmensos beneficios porque le interesa a toda la población.

En cualquier caso, mientras esas medidas políticas llegan, algo tenemos que hacer con las familias que tienen hijos/as menores y necesitan ayuda para hacer frente a la que se le viene encima, con el poder adictivo de las pantallas y los variados riesgos que comportan. No hay otra que pico y pala, como vengo haciendo desde el comienzo de mi andadura profesional. Si quieres saber en qué proyectos y programas de formación para familias y profesionales estoy comprometido, clica aquí.

Desde mi perspectiva, necesitamos, por tanto, un arsenal de vídeos eróticos, cortos, de calidad, con una cierta trama, sin ningún atisbo de violencia, entre otras muchas características que hemos desarrollado en otros artículos. Decir tal cosa supone arriesgarse a que te insulten y descalifiquen las hordas de fanáticos/as, inquisidores/as, dogmáticos/as de diverso pelaje, que desconocen la complejidad del fenómeno de las representaciones sexuales a lo largo de la historia y sus implicaciones biológicas, psicológicas o sexuales.

Regulación, abolición…o dejar las cosas como están.

Por eso, en la entrevista la reportera insiste en la cuestión legal de la pornografía y su regulación, destacando mi opinión “Cualquier niño con un móvil se topará con el porno. Sí o sí. Evidentemente, algo hay que hacer desde el punto de vista legal, incidir en poner infinitos obstáculos a los menores, buscar la manera de controlar el acceso. No puede ser que cualquier menor pueda, sin ningún control, acceder a millones de películas en las que muchas se representa una violencia extrema, con el futuro negativo en la educación sexoafectiva que conlleva”.

Para continuar después recogiendo la polémica respecto de la prohibición o no de esta industria. Yo he dicho en muchas ocasiones que la desaparición total , en la sociedad actual, neoliberal y capitalista a tope, es un empeño imposible, como ocurre con el tabaco, el alcohol o las drogas. En cualquier caso, mientras se resuelve ese problema, esencialmente político y planetario, algo hay que hacer con los menores, sus familias y sus educadores porque, mientras tanto, consumen esos vídeos a diario, excitados y masturbándose. Por ello, la prohibición “no la veo factible a corto o medio plazo. Además, la historia nos ha demostrado que la prohibición de las drogas, por ejemplo, aumenta el consumo de aquello que quieres prohibir y el porno es una droga muy poderosa ya que estimula el deseo sexual, y gratis.”

Si bien afirmo así mismo, que “algo hay que hacer desde el punto de vista legal, incidir en poner infinitos obstáculos a los menores, buscar la manera de controlar el acceso. No puede ser que cualquier menor pueda, sin ningún control, acceder a millones de películas en las que muchas se representa una violencia extrema, con el futuro negativo en la educación sexoafectiva que conlleva”.

Y destaca una de mis ideas más reiteradas a lo largo de los años, porque creo que es la única alternativa ante este grave problema de salud: la educación sexual. “Capacitar a chicos o chicas desde muy pronto para que aprendan a tomar decisiones. Hablar sobre qué es el porno, enseñarles qué refleja, argumentar por qué no es saludable a nivel emocional, y explicarles que si tienen intereses sexuales, hay otras alternativas no violentas. El ser humano siempre ha buscado estímulos sexuales y sabemos que el entorno audiovisual es el que llega con más impacto a nuestro cerebro, el más rápido. La reacción del placer y el bienestar son rapidísimos, especialmente en un cerebro adolescente que está en construcción. Por eso, si van a ver porno, habrá que capacitarles para que su salud y la salud sexual de aquellos o aquellas con quienes interactúen tenga la mayor calidad posible. Doy muchos cursos con chavales y padres y cuando hablamos del alcohol o el tabaco decimos lo mismo: se lo van a encontrar y hay que capacitarles para que decidan, para que sepan gestionar ese tipo de realidades que se van a encontrar. El problema es que no tenemos esas películas eróticas para hacerle la competencia.”

Creo que, en efecto, ese es el gran problema: disponer de vídeos eróticos, de corta duración y similar impacto en la excitación, en los que no exista ningún atisbo de violencia y ofrezca una visión positiva de la sexualidad como he advertido en reiteradas ocasiones. Esa es la única alternativa de hacerle la competencia al porno.

El condón, no existe en las peliculas sexuales pornoviolentas

Hablamos del preservativo y de su invisibilidad en la pornografía, y de la violencia sexual, a veces brutal, que se encuentra gratis y sin control en la pornoviolencia, circunstancia que habría que controlar: “Hay suficiente evidencia científica para hacerlo. El porno es el modelo que siguen para sus relaciones, es el único manual de instrucciones que tienen, por lo que es factible que esté relacionado. Tenemos una generación de niños y niñas pornográficos, que se han formado en temas sexoafectivos fundamentalmente tomando el porno violento como referente, viendo cómo un hombre maltrata a una mujer, excitados y sintiendo placer. Es un modelo que transmite valores y actitudes. Y hay estudios que nos hablan de que un 25% antes de los 20 años habrían visto entre 1.000 y 5.000 horas de porno. Por tanto, si un anuncio de 20 segundos influye en la conducta, ¿Cómo no va a influir esa enorme cantidad de dopamina que genera su visionado?

Hablamos sobre la generación de #niñosyniñaspornograficos, del papel de la familia y de la escuela y de la alternativa a la pornografía violenta: “La sexualidad positiva, con bienestar, pasión, placer, empatía y mutuo acuerdo. Una sexualidad saludable que les enseñe que el sexo puede ser una de las cosas más maravillosas en la vida de una persona, y que quien usa la violencia se está perdiendo, en realidad, esa experiencia”.

La entrevista aborda otras muchas cuestiones sobre esta problemática. Si tienes hijos/as o eres docente/profesional de la salud puede que te interese leerla. Aquí tienes la entrevista completa

Si así lo consideras, puedes compartirla con las personas que puedan estar interesadas en la temática. Hasta pronto.