¡No! ¡No quiero que me toques! Una reflexión sobre el abuso (violación) sexual infantil.

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Como Profesor honorífico de la UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS, para impartir el PRIMER curso universitario que se hace en España y Latinoamérica sobre pornografía y educación sexual. (Aquí tienes más información sobre esta iniciativa pionera) tengo el placer de informarte que, ante el éxito de la primera convocatoria, la universidad ha abierto la segunda para el curso 2023-2024. Comparte a quien creas que pueda interesarle.

Un título propio de Experto Universitario de este centro académico. Todo un maravilloso desafío. Un sueño conseguido.

“Desde los 6 años fui abusada sexualmente por una persona cercana a mi familia. Fui violada hasta los 11 años. Mis padres trabajaban mucho. Siempre se las apañaba para venir a casa cuando estaba sola. Me ponía películas porno y me enseñaba lo que tenía que hacer. No sé por qué, pero me ponía mi peluche preferido al lado de la cara. Me decía que me quería y me daba regalos. Como era amigo de mi padre yo pensaba que estaba bien. Siempre me decía que era nuestro secreto. 25 años después, todavía me sigue atormentando”. X. 31 años.

Un drama personal y familiar

Un reciente estudio en nuestro país (Pineda, D. et al., 2023), señala que la tasa de prevalencia actual de las agresiones sexuales a menores, es del 9% para los hombres y del 22% para las mujeres. En comparación con estudios previos, “parece que las tasas de prevalencia no han cambiado sustancialmente durante las últimas décadas”. Constata que las mujeres tienden a denunciar más y que el agresor parece ser principalmente un amigo o conocido de la víctima.

Advierte de la necesidad de plantear programas de prevención de este grave problema de salud.

En diferentes publicaciones y artículos he hablado de esta gravísima realidad, de notorias consecuencias para la salud y la vida de los niños y niñas víctimas de este deleznable hecho, a escala planetaria y que, según algunos medios, tienen conexiones mafiosas de personalidades públicas y poderosas en muchos países del mundo. En este artículo planteo algunas claves de interés.

El documental exitoso de Netflix ‘Asquerosamente rico’, en el que se describe el caso Jeffrey Epstein y su implicación en diversos delitos de abusos a menores de edad, es un buen ejemplo de esta lacra.

En rigor, teniendo en cuenta las circunstancias y las consecuencias que comporta esta experiencia, en lugar de abuso deberíamos hablar de violaciones o de agresiones sexuales graves. La gran mayoría de los agresores sexuales a menores son hombres.

Sin embargo, el tratamiento penal que se suele aplicar a estos casos, muy light para muchos expertos, no hace sino dar alas a los pedófilos y pederastas que suelen moverse con total impunidad, circunstancias que lleva a que propongan, incluso, la normalización de las relaciones sexuales entre adultos y niños/as.

La reciente aplicación de la ley “solo sí es sí”, ha provocado un verdadero terremoto político, ya que un importante número de condenados han visto sus penas reducidas y algunos han sido excarcelados. Y los que están en la cola esperando para beneficiarse, se cuentan por centenares. Pero, sobre todo, terremoto afectivo para las víctimas y sus familias, que han vuelto a revivir con enorme dolor sus experiencias traumáticas, después de todo lo que les costó denunciar (recordemos que la mayoría de los abusos sexuales no se denuncian).

Y también terremoto para aquellos profesionales que han dedicado su vida a trabajar en pro de la prevención de estos inaceptables atentados a la intimidad sexual, a la libertad sexual y a la propiedad del propio cuerpo.

Para la mayoría de los especialistas en este campo, los casos que se conocen parecen ser solo una ínfima parte de lo que ocurre realmente. Se estima que al menos un 20% de niñas y un 10% de niños lo habrían sufrido, proporción que se supone mucho menor de la que se produce en realidad. Hay otros estudios con tasas superiores. En los grupos de población de niños/as con discapacidad el problema es aún mayor y el hecho todavía más deleznable.

En algunos países ha surgido un fuerte movimiento, similar al Me Too, centrado en los abusos sexuales a menores y que, a los pocos días de su puesta en marcha, ya habían denunciado miles de personas.

Internet ha venido a complejificar este fenómeno planetario. Como botón de muestra, en los últimos años, según un artículo basado en datos de la Comisión Europea, se ha producido un aumento impresionante de informes sobre abuso sexual infantil online en los países de la UE. De 23 000 informes en 2010 se ha pasado a más de 725 000 en 2019, con casi 3 millones de imágenes y vídeos. Un aumento similar ha ocurrido a nivel mundial, pasándose de 1 millón de informes en 2010 a casi 17 millones en 2019, con casi 70 millones de imágenes y vídeos.

Hace unos meses el Congreso de los Diputados aprobó la Ley de Protección a la Infancia frente a la Violencia. Pensamos que es una ley que va a sentar las bases para una nueva manera de entender y atender, de modo integral, este dramático acontecimiento emocional por el que pasan un número insoportable de niños y niñas todos los años, la mayoría de los cuales nunca denunciarán y quedarán desatendidos psicológicamente.

En consecuencia, nos alegramos por este avance legal, si bien será mucho más satisfactorio cuando esa nueva normativa jurídica vaya acompañada de la correspondiente dotación de recursos humanos y materiales suficientes para llevarla a cabo y que no se quede sólo en el papel y en la foto del /la político/a que la promovió.

Un reciente artículo señalaba que el maltrato en las primeras etapas de la vida es un factor de riesgo para las enfermedades mentales: adelanta su aparición y aumenta la gravedad de muchas de ellas. El efecto sobre los desórdenes del estado de ánimo, como la depresión y el trastorno bipolar, es particularmente importante.

En el caso de los abusos sexuales, también la precocidad de la experiencia, está vinculada a una mayor afectación. Se citan trastornos emocionales, de ansiedad y depresión y alteraciones de la personalidad, así como estrés postraumático posteriores a la agresión, entre otras muchas consecuencias. En la infancia las manifestaciones pueden estar relacionadas con trastornos de la alimentación, sueño y diferentes trastornos conductuales. La reiteración de los abusos es un factor que incrementa la gravedad de sus efectos

La importancia del secreto y la prevención

Esta es una noticia de la prensa del diario Levante del 14 de octubre de este mismo año.

Según el último informe de Save The Children de 2023, en España, el 80% de abusos sexuales a menores los comete un familiar o conocido.

Pues bien, en estas líneas quisiera referirme tan sólo a dos aspectos de este problema de honda complejidad: el secreto y la prevención. Hay otras muchas estrategias de las que hablamos en otros artículos de este blog y, en particular, en un amplio capítulo de nuestro programa TUS HIJOSVEN PORNO, en virtud de que consideramos que es un apartado fundamental en la educación sexual familiar y escolar.

El aumento significativo de los abusos sexuales a menores y sus dramáticas consecuencias, revela con claridad que estamos ante un fracaso de la educación familiar, escolar y social.

Si ya de por sí es grave y muy preocupante la existencia de los abusos sexuales en una única experiencia, saber que el 44,2% de los menores abusados lo han sido entre 1 y 25 veces, es desolador, por los efectos devastadores que tienen en las víctimas.

En consecuencia, seamos claros: no mareemos la perdiz:  la mejor estrategia de prevención de los abusos sexuales a menores es la educación sexual familiar y escolar. No hay otra. No hacerlo supone darles alas a los depredadores sexuales, por lo que camparan a sus anchas. Así de claro.

El abuso sexual se desarrolla en secreto. Los violadores confían en que los/as menores estarán dispuestas a mantener un secreto y ese es un aspecto muy significativo para entender este inaceptable hecho y también una de las claves para prevenirlo. Los verdugos empiezan implicando a sus víctimas con secretos más o menos inocentes para continuar luego con secretos más relevantes.

Para desmantelar esta estrategia, tanto en la familia como en los centros escolares, es preciso hablar con ellos y ellas de qué es un secreto, que hay secretos adecuados y secretos no adecuados que causan daño. Poner ejemplos concretos y decirles que pueden confiar en ti o en adulto cercano.

Una canción muy bonita e instructiva es esta: https://t.co/Dh6i46aTzb

El secreto también es un problema de la familia y amistades ya que, en muchos casos, se sabe de la existencia de los abusos, pero no se denuncia, haciéndole el juego a la estrategia del depredador. Terrible que vayan de la mano, sin saberlo probablemente.

Hay interesantes aportaciones didácticas para aplicar en la familia y en los centros escolares y que señalo en un programa que hemos elaborado en los últimos años, en el que propongo integrar el capítulo de los abusos sexuales dentro de un programa más amplio de educación sexual y afectiva consensuado entre el hogar y los centros educativos.

Los chantajes y acosos que se suceden en muchas plataformas on line,y en diferentes webs y RRSS por las que transitan los menores, son bien conocidos, razón por la que hay que conversar largo y tendido acerca de no subir imágenes intimas e información personal, ni de quedar con desconocidos. No obstante, sabemos que los verdugos suelen estar cerca de sus víctimas.

Además, deben saber cuánto antes que su cuerpo es hermoso, que es suyo y que nadie debe tocarlo sin su consentimiento. Este conocimiento se debe transmitir desde muy pequeños, cuando les bañas, por ejemplo, nombrando las diferentes partes de su cuerpo, enseñándoles su propiedad sobre ellas y cuáles no pueden permitir que nadie toque. Hemos desarrollado sobre esta cuestión ejercicios muy sencillos y útiles.

Foto: Pilarín Bayés

Tampoco tocar el cuerpo de otros, especialmente de personas mayores, aunque le ofrezcan regalos, ni ver porno para excitarles, que es una estrategia frecuente en pederastas y pedófilos.

El poder de la pornografía

En otros artículos he hablado del vínculo de las Películas Sexuales Pornoviolentas (PSP) y las agresiones sexuales a menores. Lo cierto es que los violadores de menores no paran de crecer y, mientras, la industria del porno violento no tiene límites porque nadie se los pone. Barra libre. Cada vez la línea roja se desplaza un poco más hacia lo sórdido y lo repugnante. Prácticamente ya no hay línea. Hay que atender la demanda de los adictos o provocarla para fidelizar a los próximos enganchados, da igual una cosa que la otra, porque lo importante es el negocio, amigo. El caso de la pornografía con chicas aniñadas es descorazonador.

Ya los títulos de muchos vídeos son contundentes y diáfanos incorporando términos como violación o agresión con descaro. No se cortan un pelo con la actriz protagonista: son chicas pequeñas, con cuerpo infantil, poco pecho, tamaño menudo, genitales rasurados, es decir niñas y siempre haciéndolo con adultos. El mensaje es inequívoco: se puede violar a una niña y ella acaba aceptando. ¿De qué nos quejamos entonces? Estamos haciendo una generación de #niñospornograficos y de #niñosyniñaspornograficos. Hace falta una #educacionsexualprofesional

¡Cómo será la situación que un grupo de empresarios pornógrafos ha escrito un manifiesto en el que se reconoce que “es obvio que se promueve el sexo con menores y la pedofilia”! Puedes leer el documento aquí.

¿Qué hacer?

El abuso sexual es una conducta muy grave e inaceptable, en la medida en que no se puede hablar del principio fundamental de la libertad individual, del mutuo acuerdo y del consentimiento en una relación de poder claramente asimétrica, ya que hay una imposición de prácticas sexuales a otra persona muy vulnerable a la que se manipula de manera premeditada, planificada e intencionada.

Como ya he advertido, la educación sexual adecuada, desde temprana edad, es uno de los escasos recursos disponibles para prevenir este grave problema de salud. Desde nuestra perspectiva, todos los niños y niñas deberían saber, cuanto antes:

•         ¿Qué son los abusos sexuales?

•         ¿Quiénes lo sufren?

•         Necesidad e importancia de conocer este tema

•         ¿Qué tipo de personas los cometen?

•         Circunstancias que suelen rodear estas experiencias

•         Efectos de los abusos

•         Tipos de secretos

•         Estrategias de prevención

•         Pautas de conducta a seguir posteriores al abuso sexual

Los y las menores deben aprender a discriminar el trato cercano y amoroso de quienes les quieren y respetan y las diversas caricias y juegos sexuales y su intención a partir de libros, juegos, ejercicios y modelos audiovisuales. Estos aprendizajes deben incluir estrategias de conducta en las distintas interacciones, criterios de distinción entre el lenguaje verbal y el no verbal, expresiones adecuadas, etc.

Es conveniente sugerirles pautas de afrontamiento: enseñarles a decir NO, a pedir ayuda o a contar las experiencias extrañas o los “secretos” que les incomoden en el marco de un programa de habilidades sociales.

Nuestra postura, plasmada en el programa NO: ¡No quiero que me toques!, que proponíamos hace algunos años para chicos y chicas con discapacidad intelectual, considera que hay que hablar claro de los abusos, las veces que sea preciso.  El silencio y la ignorancia no solo no solucionan nada, sin que incrementan el riesgo de padecerlo.

Niñas y niños deben saber cuáles son las formas aceptables y no aceptables de caricias o toques corporales y a qué partes de su cuerpo solo ellos/as tienen acceso. Los abusos sexuales pueden y deben prevenirse. Los/as menores necesitan saber claramente y distinguir entre su espacio íntimo y privado y el espacio público. Deben conocer su cuerpo de una manera positiva, valorarlo como un preciado tesoro.

Es necesario asegurarse de que son capaces de decir no a lo inaceptable, alejarse de quien se lo propone y denunciarlo. Decir NO si sienten incomodidad en alguna circunstancia.  Que sepan que pueden y deben rechazar una caricia o toque corporal si no lo desean, venga de quien venga, que no deben irse con personas desconocidas ni satisfacer sus requerimientos sean cuales sean y poder decírselo al padre, madre o persona de confianza.

Es cierto que muchos abusos ocurren en el ámbito familiar, o en el entorno cercano, afectivamente, de las víctimas, pero también lo es el que la madre, excepcionalmente, es un personaje que tolera o promueve la agresión.

Deben saber también que, si alguna vez ocurre, la confianza permitirá que lo cuenten. Y la confianza hay que construirla desde bien pronto. Hace falta que sepan lo que tienen que hacer en esos casos. Madres y padres, que los preparan en otras muchas áreas de la vida, tienen que hacerlo también en cuestiones sexuales escuchando sus opiniones y dejando abierta la puerta a cualquier comentario posterior, tranquilamente, sin asustarlos.

A nuestro juicio, deben saber identificar los muy diferentes «trucos» y estrategias que determinadas personas utilizan con la finalidad de tener contactos sexuales, particularmente en el ámbito de Internet y las RRSS donde los riesgos se incrementan, en particular en plataformas como Instagram o TikTok. Internet ha supuesto un aumento considerable de los riesgos sexuales para los/as menores.

Más en concreto sugiero por ejemplo:

“Cariño: tienes un cuerpo muy bonito. Precioso. Es tuyo, solo tuyo. Nadie, NUNCA, debe tocarlo sin tu consentimiento, sin que tú lo quieras, especialmente tus órganos genitales, el ano y los pechos. Tu eres el/el único dueño/a. Solo tú y quien tú desees puede acariciarlo. Excepto un/a médico/a, en casos excepcionales, con guantes, o papá y mamá por razones de higiene. Si alguien alguna vez lo intenta, dile que NO y cuéntaselo a papá o a mamá enseguida. Te diga lo que te diga, no confíes en quien quiera tocarte, sin que tú estés de acuerdo. Es muy importante que cuides tu cuerpo durante toda tu vida porque es el único que tienes, y te va a acompañar siempre. Si lo mimas con cariño, te dará muchas satisfacciones y tú estará muy contento/a.”

Este mensaje, ADAPTANDO EL LENGUAJE Y SU CONTENIDO A LA EDAD DE CADA NIÑO/A debería ser, en mi opinión, repetido a lo largo de la infancia y pubertad por parte de ambos progenitores, cuantas veces sea preciso. Con afecto y de manera cercana. Sin transmitir miedo, ni rechazo. Desde los 3 o 4 años cuando bañas a tus hijos/as, por ejemplo, o en cualquier otra circunstancia cotidiana que lo permita. Siempre en privado. Hasta que el/ella tenga la habilidad de hacerlo solo/a.

Es solo una sugerencia que puede tener innumerables variaciones. El silencio y la ignorancia SOLO beneficia a los pederastas y a los pedófilos.

Si quieres conocer otras propuestas a otros tantos temas, difíciles de abordar en la educación sexual familiar, te invito a leer este artículo, que será actualizado periódicamente con diferentes temáticas

Esta sugerencia fue publicada en las RRSS y tuvo un gran éxito. A las pocas horas superaban las 100K impresiones.

Finalmente señalar que, antes de hablar de los abusos y agresiones sexuales, hay que conversar largo y tendido desde muy pronto, sobre el cuerpo, la sexualidad y las relaciones afectivas desde una perspectiva positiva.

Hacen falta medidas políticas valientes y decididas hacia este problema de salud y no solo el castigo penal y la rehabilitación. Apuesto por la prevención sin paliativos a través de la educación sexual. Sin embargo, también es importante destacar que el trabajo preventivo debería incluir a quienes se excitan con pornografía infantil, de incesto o de violencia sexual.  Es decir, elaborar programas educativos específicos y de terapia psicológica, para estas personas con el fin de que tomen conciencia de los riesgos que supone, trasladar a la práctica sus fantasías. Creo que habría que investigar mucho en este interesante tema.

Como se ve, queda mucho por hacer, pero ello no es obstáculo para que decididamente impulsemos programas de prevención amplios y eficientes. En nuestro volumen II de TUS HIJOS VEN PORNO, analizamos este hecho, junto a las agresiones sexuales a mujeres y proponemos una metodología educativa para incorporar en la educación sexual en la familia y en los centros escolares. Ese es el único camino para prevenir estas lacras de manera eficiente.

Si quieres saber más, aquí tienes varios artículos que te regalo.

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