¿Qué es una niña pornográfica?

“Lo que más me gustó fue un trio con dos chicos”… “pero luego me reventaron porque también me la metieron por el culo”… “siempre me gustan los tríos, pero  si hay un chaval que me revienta muy bien, me vale también”…” me gusta que me den durísimo, lo máximo que puedan”…”mi experiencia en la cama: todos salen muy contentos y yo muy contenta”…”me gusta que me dominen a  cuatro para que me revienten”… “si yo le chupo me pongo muy guarra y también me gusta”… “ sí, sí, me gusta que me azoten, que me azoten… me pone muy cachonda”… “y que me insulten al oído, mientras”…”me gusta que me digan palabrotas como, buah, pedazo de guarra y eso…  zorra, perra y lo que sea” … “me gusta que me escupan entre las tetas” …”me gusta que se corran en la boca y me lo trago…porque sé que a los chicos eso les pone muy perros… y entonces a mí también” …

Este texto es una transcripción literal de una parte de la entrevista que un joven (aparentemente sorprendido) le hace a una chica muy jovencita, probablemente menor, (que lo dice con una absoluta normalidad y por tanto tiene todos los visos de credibilidad).

La grabación lleva el logo de TikTok (una red supuestamente de menores, donde tienen cuenta millones de ellos/as, incumpliendo las normas de la propia plataforma según diferentes expertos) y posteriormente fue viral en otras RR SS. Por tanto, lo ha podido ver cualquiera que navegue en esa red social y en aquellas donde se ha subido. Por ejemplo, en Twitter, red en la que publiqué un hilo a este respecto, generando un interés extraordinario.

Entiendo que estamos ante un documento de excepcional importancia para comprender el alcance del consumo de porno con diferentes dosis de violencia, al que se exponen nuestros menores y jóvenes -a cualquier hora del día o de la noche, gratuitamente- fenómeno que ocurre a nivel planetario. Por esta razón, me propongo hacer algunas consideraciones sobre el contenido del mismo, a modo de decálogo de una niña pornográfica.

Otro ejemplo

Un nuevo comentario de otra chica, publicado en TikTok que, repetimos, es una red para adultos en la que hay miles de niños y niñas con su cuenta personal, es un ejemplo más de lo que denomino generación de #niñosyniñaspornograficos y que, no tengo ninguna duda, irá a más. Pues bien, en este caso, nos propone el clásico modelo sexual masculino que muchas chicas están asumiendo como propio, para gozo y solaz de los varones. Lo que cuenta esta chica, lo podría decir cualquier actriz porno de vídeos con violencia sexual. Puedes verlo aquí.

La entrevista entera a esta chica la puedes ver aquí, con cerca de 2M de visitas y cuyo título es: “Cuando lo dejes con tu novia, te voy a reventar”, mensaje que le hace llegar a quien la entrevista.

Si quieres conocer cual parece ser la tendencia en un determinado sector juvenil, aquí tienes un ejemplo, en una entrevista que un conocido influencer hace a 4 jóvenes. Este vídeo tiene a fecha de hoy más de 2M de visitas

Algunas consideraciones

En primer lugar, en estas grabaciones, bajo mi criterio, se pone de manifiesto algunos de los efectos del consumo de porno violento y su normalización en nuestra sociedad, hecho real que se expresa nítidamente en el lenguaje de la chica, de sus deseos, así como de las conductas y prácticas sexuales concretas que la chica afirma, con aplomo y seguridad, haber practicado porque le gusta.  Este lenguaje está, así mismo, presente en muchos chicos, creo que con mucha mayor frecuencia que aquellas, tal y como señalé en el artículo dedicado a ellos.

Términos que hacen referencia a reventar, dar durísimo, dominar, azotar, insultar, escupir, ponerse perra, decir palabrotas, eyacular en boca/cara, tragar el semen…

Este lenguaje es idéntico al que expresan los actores y actrices en las cintas sexuales y similar, por ejemplo, a algunos de ellos, muy conocidos, cuando son entrevistados en programas de prime time en la TV española.

No es sólo en las RR SS. Nuestra sociedad hipersexual tiene múltiples ejemplos, como numerosas canciones de rap y reguetón que millones de niñas en todo el mundo cantan y perrean con contenidos claramente sexualizados, con la tolerancia e incluso el aplauso de sus progenitores.

O muchos anuncios en diferentes medios de comunicación donde se erotiza el consumo a través de cuerpos femeninos determinados.

Se trataría, consecuentemente y como hemos señalado en multitud de ocasiones, de una generación de #niñosyniñaspornograficos, siendo el vídeo citado un ejemplo nítido de esto que vengo diciendo desde hace muchos años. Por ejemplo en 1980, escribía en mi página quincenal de un periódico regional:

Lamentablemente después de 41 años tenemos que afirmar que nuestros pronósticos se han cumplido sobradamente. Por eso hablamos de #niñosyniñaspornograficos. Esta cuestión, que nos parece de gran importancia, ha sido analizada en otros artículos, uno de los cuales te invito a leer clicando aquí.

En segundo lugar, hemos de reconocer que cualquier niño o niña con un móvil de acceso a Internet, se va a topar más temprano que tarde con el porno violento, lo busque intencionadamente o no. Esto va a ocurrir sí o sí, en virtud de que hay millones de webs porno, con algoritmos que tienen la finalidad de captar clientes, si son menores mejor, por lo que están presentes en cualquier espacio juvenil, particularmente los vídeojuegos, o en algunas redes sociales como Twitter, donde abunda sin restricciones de ninguna índole.

También puede ver vídeos como el que analizamos hoy en estas líneas, infinitos mensajes hipersexuales, bailes donde se enseña a perrear, cantar y aprender canciones con contenidos de violencia sexual o implicarse en retos virales peligrosos.

Tus hijos, nietos o sobrinos, amable lector/a, también lo harán, si no lo han hecho todavía. Además, la propia industria del porno tiene recursos sobrados para que se topen en cualquier momento con él y lo consuman. Ese es su objetivo: crear consumidores, si son adictos mucho mejor, como en el caso de la industria del tabaco, del alcohol o de las drogas. Mientras no entendamos esto poco avanzaremos.

En tercer lugar, la inmensa mayoría de los jóvenes ven pornografía, las chicas menos, pero sabemos que para algunas de ellas este hecho les afecta claramente: aunque sean menos consumidoras asiduas de pornografía, sufren en sus propias carnes las consecuencias de que los chicos lo hagan casi a diario.

Además se relacionaran con chicos que han visto mucho más porno que ellas y acabaran en sus brazos muchas de ellas enamoradas. Es probable que se preste a aquellas practicas sexuales que su novio/enamorado le solicite.

Por otra parte, un sector importante de chicas, tratan de parecerse a los chicos en estas y otras manifestaciones afectivas y sexuales, copiando el modelo masculino de relaciones sexuales, por ejemplo, la relación sexual en la primera cita, sin ningún vínculo afectivo ni compromiso de ninguna naturaleza. Ellos no tienen ningún problema, se mueven como pez en el agua, empero algunas de ellas se “cuelgan” y anhelan la segunda cita que nunca llega.

En cuarto lugar, hay que señalar que gran parte de este porno tiene diferentes dosis de violencia y de violencia hacia la mujer, chicas jóvenes aniñadas. En algunos vídeos parecen, inequívocamente, menores. En otros lo son.

Estos films, presentan modelos de conducta sexual inadecuados, así como ideas e informaciones con escasa fundamentación científica. Esta circunstancia, en ausencia de educación sexual adecuada, puede provocar muy diferentes consecuencias en sus vidas, sus relaciones y particularmente en su salud.

Un quinto punto: recordamos que diferentes estudios científicos sugieren algunos efectos tales como: adicción, hipersexualidad, alteraciones cerebrales, disfunciones sexuales, problemas de pareja, trastornos de la conducta, alteraciones de la sociabilidad, consumo de prostitución, riesgos reproductivos y de infecciones (el condón es invisible en las películas sexuales pornoviolentas), entre otros, pasando por el aprendizaje de un modelo de relaciones sexuales agresivo, vejatorio y degradante para con las mujeres y menores, inaceptable desde todo punto de vista, cuando nos referimos al porno violento.

Excitarse viendo porno violento, masturbarse y obtener placer, desde muy pronto, no sale gratis, tanto para chicos como para chicas. Entre otros efectos es que puede “enganchar” ¿Por qué? Porque el placer sexual es uno de los refuerzos naturales más importantes de los seres humanos desde hace millones de años. Por eso las películas sexuales tienen tanto éxito. Por eso no es saludable asociar la violencia y la sexualidad. Por eso hay que rechazar los vídeos en donde van de la mano.

En consecuencia una de las claves de todo este proceso, está en en la gratificación sexual que refuerza eso que ven continuamente en sus pantallas, que les excita tanto y que les produce placer gratuitamente.

En este mismo blog hemos dedicado seis artículos a aproximarnos años efectos del consumo de porno violento en menores, que te invito a leer.

La pornografía no es neutra

En sexto lugar, las películas sexuales (término que prefiero al de pornografía) no son neutras, ofrecen informaciones, conocimientos y datos referidos a la sexualidad y a las relaciones sexuales. Ya se ha dicho, que las más de las veces, esas informaciones tienen escaso fundamento científico y abundan las exageraciones cuando no milongas y errores notorios.

Pero, y esto es muy importante, también proponen valores, actitudes y conductas sobre esta dimensión humana. Es decir, influyen en quienes las visionan y la profundidad de esa influencia va a depender de numerosos factores.  Cuando se carece de una adecuada educación sexual científica y profesional que haga de contrapeso a esa influencia sus efectos serán más poderosos. La edad, el tipo de consumo, tiempo de exposición, rasgos de personalidad, ambiente familiar… son así mismo elementos a considerar.

No hay dudas de que esta influencia se expresa en muy diferentes áreas de la conducta, como hemos advertido en otros dos artículos, que han tenido una excelente acogida. Clica en el siguiente enlace si quieres leerlo.

Lenguaje pornográfico

En séptimo lugar, y por señalar algunos aspectos en concreto, cabría decir que el lenguaje que utilizan tanto el entrevistador como la chica es un calco de los contenidos que aparecen en muchos de los vídeos porno con diferentes dosis de violencia.

Por ejemplo, es común que los títulos de los vídeos incluyan este tipo de palabras referidos a actuaciones ejercitadas sobre la chica (romper, reventar, dar duro-durísimo, azotar…) -y en una parte importante de vídeos teniendo lugar en el seno familiar, con una clara promoción del incesto y de los abusos sexuales a menores- términos con los que la chica protagonista de este artículo lo expresa de una manera clara.

Las conductas sexuales a las que se refiere la entrevista son tambien muy características de una buena parte de los vídeos sexuales: un trío en base a dos chicos y una chica, (que junto a la modalidad gang bang, o la bukake, son modalidades al parecer muy seguidas en las diferentes webs porno) destacando la penetración anal como estrella del vídeo, darle durísimo, azotar, escupir, asfixiar, felación dura con arcadas, eyacular en boca o tragar el semen son, entre otras, algunas de las características comunes, y a veces únicas, en estos vídeos.

En octavo lugar precisar que el modelo de relación sexual que, usualmente, proponen muchas es el paradigma del dominio del hombre sobre la mujer: la chica debe plegarse a los deseos, someterse, dándole placer a él y, a la vez, aparentemente disfrutar con ello. Muchos vídeos, en algunas web determinadas hecho incomprensible e inaceptable, tienen como protagonistas a chicas con apariencia de niñas, absolutamente entregadas a su agresor que cumple su sueño de doblegarla y someterla.

De ahí que este es el tipo de chica que a muchos chicos les gustaría: estar a su disposición y hacer las practicas que les gustan a ellos. El modelo que sugiere la entrevista es esencialmente el modelo masculino tradicional, que ella ha asumido perfectamente.

Nos encontramos algunas jovencitas que no solo no obtienen placer, sino que las relaciones sexuales le resultan dolorosas (a veces incluso con lesiones anales) y siguen prestándose a esas prácticas para no perder a su novio, porque está enamorada de él, porque sus amigas lo hacen…

En no pocas ocasiones este modelo es “vendido” por algunos varones, como una forma de empoderamiento femenino y un ejercicio de libertad de la mujer sobre su cuerpo y su sexualidad.

En noveno lugar, y dado que las agresiones sexuales a mujeres, a chicas aniñadas y a menores son un drama lacerante en nuestra sociedad, y que se ha señalado a la pornografía como un factor etiológico de este problema, consideramos que el consumo habitual de porno violento es una variable que podría contribuir, junto a otros factores, a un aumento de este tipo de lacras.

Ya hemos dicho repetidas veces que la violencia es inaceptable y que, en lo que se refiere a la sexualidad, lo es todavía aún más. Sexo y violencia están en las antípodas y no hay ninguna justificación científica ni ética para ello.

Por esta y otras razones, nosotros somos partidarios de olvidarnos de la palabra pornografía y en su lugar, hablar de películas sexuales eróticas y de películas sexuales pornoviolentas.

Finalmente, además de esa asociación entre violencia y sexualidad, presente en la citada entrevista, la propuesta que nos hace la joven lleva aparejada la ausencia de afecto y de empatía, carente de compasión imprescindible para no infringir violencia, siendo un modelo puramente físico, de descarga fisiológica.

Frente a esta filosofía, propongo que la sexualidad es una dimensión amorosa, saludable, divertida, tierna y placentera que tiene todo el sentido cuando se da en un entorno de deseo y acuerdo mutuo, afecto, respeto, libertad y corresponsabilidad en el placer de la otra persona, que me concierne y con la que empatizo. En este contexto la agresión no ha lugar en ningún caso. 

No compartimos el vídeo por razones obvias, así como por salvaguardar la dignidad de la chica que, con toda probabilidad, podría arrepentirse de haber participado en esa entrevista, exhibiéndose de un modo arriesgado en las RR SS.

Probablemente sus hijos, nietos puedan ver ese vídeo en el futuro ya que seguirá en Internet para siempre . No son tiempos para vivir esos riesgos, ni hay justificación alguna para ello, por muchos likes que suponga subirlo a las RR SS, práctica usual en nuestra juventud de consecuencias imprevisibles.

Un caso paradigmático: Billie Eilish

Lamentablemente la violencia sigue asociada a la sexualidad no solo como una realidad aparentemente normalizada, sino tambien como un valor socialmente aceptado en amplios sectores juveniles, cuyas prácticas eróticas están vinculadas a diferentes riesgos sexuales y reproductivos. Este hecho plantea retos de salud importantes para las próximas generaciones, algunos de los cuales abordamos en diferentes artículos en mi web, por ejemplo este.

No hay dudas de que el consumo abusivo y precoz de porno violento, puede promover este tipo de comportamientos no saludables.

Esta violencia sexual contra la mujer y los menores no solo se observa en los vídeos porno, forma parte del escenario social: vídeo juegos, determinadas canciones, RRSS, vídeo juegos… A modo de ejemplo, comparto tres situaciones que parecen “normalizadas”.

  1. En una web de sexólogos modernos, se dice que “Una nalgada a tiempo, puede ser fascinante” y que al dar azotes “se activa un efecto analgésico propios de las endorfinas produciendo una reducción de dolor y excitación al mismo tiempo”.

2. La segunda es el siguiente vídeo en la que la chica le pide a su pareja como despedida un azote en lugar de un beso.

3. La tercera un testimonio brutal y valiente de una famosa cantante americana, Billie Eilish, que relata los efectos que le ha supuesto en su vida comenzar a consumir porno a los 11 años. Una de tantas y tantos. En esta entrevista afirma que la pornografía es “una desgracia”, y dijo haber estado expuesta a imágenes “violentas” y “abusivas” cuando comenzó a consumir ese tipo de contenido a los 11 años.

Esta exitosa cantante no duda en afirmar que su cerebro fue “destruido” al ver videos sexuales perturbadores a una edad tan temprana, señalando que muchas de esas producciones distorsionan los límites de lo que se considera normal durante el sexo, incluido el consentimiento. Destacamos de su interviú la frase “Exponerme a la pornografía a los 11 años dañó mi vida sexual”.

Si quieres saber más, en mi blog me he aproximado a lo que denomino generación de #niñosyniñaspornograficos, que puedes consultar en este artículo y en este otro.

Mirar para otro lado, actitud usual en la sociedad actual, empeora sensiblemente este grave problema. Es prioritario llegar a un pacto social de prevención de estas actitudes, valores y conductas agresivas.

Si tienes hijos/as, nietos/as o sobrinos/as, habla con ellos/as de todo esto. No dejes que solo lo haga el porno violento. En mi programa TUS HIJOS VEN PORNO te explico por qué y te sugiero cómo hacerlo.