Nota previa
Tengo el placer de comunicarte que la URJC, dada la evaluación positiva de la primera edición, ha abierto la segunda convocatoria para el curso 2023-2024 del “Experto/a en Prevención de los Efectos de la Pornografía en la Salud Afectivo-Sexual” ¡Fantástico! (Aquí tienes más información sobre esta iniciativa pionera)
PornEducation para el finde, ¿te atreves? (*) #PornEducationParaElFinde
Un nuevo artículo de José Luis García para leer y reflexionar el fin de semana.
Nota aclaratoria: LA CENSURA QUE NO CESA
El título que introduce este artículo, es el mismo que llevaba uno de mis libros publicados por Amazon en diciembre de 2020. A los 5 días de su publicación, Amazon decidió unilateralmente, prohibir su venta en su catálogo, provocándome un destrozó personal, profesional y económico.
Al margen de lo incomprensible e irracional de que una editorial publique un libro, para luego prohibir su venta, quiero hacer notar la sorprendente paradoja de que, un ingente trabajo serio y riguroso sobre la pornografía, es considerado pornográfico. A mi juicio, éste es un hecho muy significativo y que da una idea de dónde nos encontramos en el momento presente.
Estos días, en RRSS he tenido la oportunidad de comprobar una censura sin precedentes hacia lo que sea divulgar cuestiones de educación para la salud si incluyes la sexualidad y la pornografía: Twitter me suspendió una cuenta con 18K seguidores, que me costó varios años de trabajo intenso, Instagram me censuró 3 post que tuve que corregir y LinkedIn, censuró varias publicaciones.
Finalmente en octubre de 2022, Instagram me suspendió mi cuenta con 5000 seguidores/as. La Red que parece prohibir exclusivamente el pezón femenino en su totalidad, que influye negativamente en la autoestima de las niñas y tiene links externos con todo tipo de webs de porno, prostitución, pederastia…decide suspender mi cuenta de divulgación sexual, confundiendo no sé si intencionadamente o no, la producción y distribución de pornografía, con la divulgación de los efectos de su consumo en menores.
Además de algunas denuncias, los algoritmos parecen no diferenciar entre producir pornografía y hablar de los riesgos de su consumo, que son dos cuestiones radicalmente diferentes.
En algunas redes sociales, hay pornografía gratuita por doquier, violencia, pedofilia… Y en la inmensa mayoría de ellas de forma indirecta a través de links que te dirigen a páginas explícitas de esos contenidos e, incluso, de prostitución. Eso es lo normal.
Como bien decía P. Duchement en su cuenta de Twitter, ante esta injusta e incomprensible suspensión:


O la de Jordi:

Frente a este desaguisado de Twitter, sabemos que la mayoría de los menores, sin educacion sexual adecuada, consumen sin control muy diferentes vídeos porno de contenidos violentos, entre otras páginas y webs, en la red social censora. Sin embargo eso no interesa. Hay que matar al mensajero. Si quieres conocer más de esta suspensión puedes leer este artículo.
Tengo que manifestar que después de casi 3 meses censurado, escribiendo todos los días, conseguí que me devolvieran mi cuenta.
Aclaración conceptual
Llevo muchos años interesado en el estudio de la sexualidad y sus vínculos con la pornografía, así como en la prevención de los efectos de su consumo, a través de una educación sexual profesional. En particular me interesan los efectos de la pornografía violenta -que yo denominado pornoviolencia- en la salud y en las relaciones afectivas y sexuales de menores y jóvenes.
Con el fin de poner una cierta claridad en el fenómeno de la pornografía, propongo acabar con este término, por su elevada carga ideológica y emocional, confusa y estéril, ofreciendo como alternativa una primera distinción (que contempla otras subdivisiones que no vienen al caso) entre Películas sexuales Eróticas (PSE) y Películas sexuales Pornoviolentas (PSP). Entiendo que esta una nueva terminología va a permitir diseccionar el objeto de estudio, con las menores interferencias ideológicas y emocionales posibles.
Como criterio educativo, entre otros, sugiero a los padres, madres y profesionales que valoren transmitir a sus hijos/as, de manera razonada y argumentada, que no vean PSP tal y como hemos señalado en otros artículos y en nuestra propuesta educativa TUS HIJOS VEN PORNO.
Internet y cambio social
Es indudable que, en los últimos 30 años Internet nos ha cambiado la vida, las relaciones o el tiempo libre, tanto a menores como a adultos. Se trata de un avance tecnológico sin igual, extraordinario, que ha desencadenado una transformación sin precedentes en la sociedad, pero también ha venido acompañada de riesgos importantes de salud que es preciso conocer. Va todo en el mismo paquete.
El grado de adicción a los dispositivos inteligentes que permiten el acceso a la red, es ya preocupante tanto en menores, jóvenes como en adultos. Tambien el juego on line, las compras compulsivas, la exposición a las películas sexuales, el acoso sexual o el sexting, por citar hechos destacados, han requerido el interés de los estudiosos y de los profesionales de la salud.
La inmensa mayoría de los menores y jóvenes consumen pornografía, contenidos que, en su mayoría, presentan diferentes dosis de violencia, algunas rayanas en la tortura, otras con menores y chicas aniñadas. En España, según diferentes estudios, algunos comienzan a los 8 años, otros incluso antes, a los 6, siendo mayoría a los 16. Probablemente habrá poco chicos que antes de cumplir 18 años, afirmen no haber visto nunca películas sexuales.
Cualquier niño con un móvil de acceso a Internet, se va a topar, más temprano que tarde, con este tipo de películas sexuales pornoviolentas.
Las niñas algo menos, pero en algunos países ya se están acercando en torno a los 16 años. Sin embargo, ellas son las que van a sufrir las consecuencias de que ellos vean más, porque van a acabar en sus brazos realizando las prácticas sexuales que a ellos les excitan sobremanera. Cualquiera que tenga un móvil con acceso a la red puede hacerlo, no solo en las webs específicas, sino que está presente en varias RRSS, por ejemplo en Twitter, en ciertos videojuegos, canciones, videoclips…
Sin embargo también las chicas pueden tener conductas adictivas y sufrir los efectos de ver porno precozmente. El caso de la cantante americana Billie Eilish, es paradigmático.


Estos dos textos me fueron enviados.
El tuit de la izquierda que revela con toda crudeza, en la consulta de urgencias, uno de los efectos del consumo (tienes dos artículos más en mi blog donde se amplían estas consecuencias).
El siguiente es un testimonio de una chica de 22 años.
“Yo me eduqué con el porno. Tanto que llegué a erotizar ser sumisa y someterme a lo que me pedían, llegándolo a normalizar. En unas clases de educación sexual en el Instituto, me di cuenta de que, eso, realmente, a mí no me gustaba. Y rompí con ello”. Sonia, 22 años.
Consiguientemente, este consumo, a pesar de ser gratis, no es de balde, tiene consecuencias y algunas de ellas muy graves. Diferentes estudios científicos sugieren efectos tales como: adicción, hipersexualidad, alteraciones cerebrales, disfunciones sexuales, problemas de pareja, trastornos de la conducta, alteraciones de la sociabilidad, consumo de prostitución, riesgos reproductivos y de infecciones entre otros. Tenemos que subrayar el aprendizaje de un modelo de relaciones sexuales agresivo, y un modelo de hombre y de mujer inaceptable desde todo punto de vista, cuando nos referimos al de carácter pornoviolento.
Es cierto que esas consecuencias van a venir moduladas por otro tipo de factores que hemos analizado en otros artículos.
Lo que nos inquieta es el hecho, tal real como terrible y lamentable, de que niños y niñas se inicien en la sexualidad con ese modelo que ven en las pantallas de sus móviles, modelo que contribuye a configurar el concepto y el sentido de su sexualidad y de sus relaciones a partir de ese momento.
El porno con diferentes dosis de violencia es el manual de instrucciones 3.0 de las primeras relaciones sexuales de muchos chicos y chicas. Las películas sexuales en su adorado smartphone, constituyen un atractivo difícil de igualar para muchos jóvenes, por sus características particulares, que las hacen únicas, y que estimulan rápida y directamente, como un tiro, la parte más primaria de nuestro cerebro, inundándolo de dopamina.
Empero, frente a esta realidad, la sociedad muestra una desidia incomprensible, dejando en manos de este referente educativo, altamente inapropiado, la educación sexual y afectiva de sus niños y niñas. Este tema es invisible. Se consume hasta la saciedad, pero se habla muy poco y, en todo caso, cuando se hace es a través de un debate polarizado bronco y agresivo como pocos.
En este momento hay pocos temas que generen una polarización ideológica tan característica como la que acompaña a las películas sexuales, razón por la cual, adentrase desde una perspectiva científica y académica en este tema, suele llevar aparejada, a menudo, zancadillas, insultos y descalificaciones, tanto por quienes están radicalmente en contra de cualquier tipo de porno, como los que están radicalmente a favor. Hay movimientos sociales poderosos que están en contra de la violencia, mientras que algunas de sus dirigentes reaccionan virulentamente, enviado sus hordas, contra quienes no siguen su dictado.
Esta polémica que no hace sino obstaculizar y retrasar la educación sexual, impide ver la verdadera dimensión del problema: Cualquiera que tenga un móvil con acceso a la red, puede ver millones de páginas porno gratuitas. Tus hijos, nietos, o sobrinos, amable lector/a, también lo harán, si no lo han hecho todavía.
Además, la propia industria del porno tiene recursos sobrados para que cualquier persona se tope con él, esté el mayor tiempo posible haciéndolo -porque ese es su negocio: comprar la atención y el tiempo del espectador, mejor aún si se convierte en adicto- copando las aplicaciones, páginas, plataformas o videojuegos donde recala la juventud y en donde la industria está hábilmente infiltrada.
Ese es su objetivo, como los lobbies del tabaco, del alcohol o los cárteles de la droga. Es difícil ver el impacto del consumo de films sexuales, si no lo comparamos con el de esas sustancias, ya que los efectos de su exposición son similares y la estrategia de las industrias que lo promueven son muy parecidas.
La adicción a la pornografía, y sus correlatos cerebrales subsiguientes, está relacionada con la adicción al ciber sexo y la adicción al sexo, circunstancia ampliamente documentada, presentando un patrón similar al resto de conductas adictivas por sustancias, comida, videojuegos o al juego patológico.
Por otra parte, los modelos de relaciones sexuales que nos ofrece el porno violento, basados en el dominio del hombre y el sometimiento de la mujer, trastoca de una manera significativa una construcción saludable de la sexualidad de nuestros menores y jóvenes, que acceden a esas imágenes, altamente excitados y sintiendo placer, con un cerebro inmaduro y en construcción, confiriéndole una mayor significación a esas poderosas emociones.
El modelo de relaciones que nos ofrecen estos vídeos, se convierte en el paradigma del dominio del hombre sobre la mujer, enseñando a menores y a jóvenes, el modo y la manera de cómo la chica debe plegarse a los deseos del varón puesto que, él, es el que manda. Ella debe someterse ya que, además de que debe hacerlo por ser mujer, en el fondo, disfruta con ello. Esta es la máxima perversión del mensaje que envían las películas pornográficas a los niños y jóvenes, que las ven muy a menudo: a las mujeres les gusta que las fuercen, incluso que las violen.
Los medios de comunicación nos informan casi a diario de agresiones dramáticas, algunas de las cuales acaban en suicidio.

No es una excepción. Según informa RTVE, en solo 3 años, ha habido 1.703 agresiones sexuales en grupo en España, cifra insoportable e inaceptable..

Como se podrá comprender a los 6- 8-10 años, no se tienen ni las capacidades, ni habilidades cognitivas para valorar las ventajas e inconvenientes de lo que ve, porque no puede hacerlo. Su cerebro no tiene esa capacidad, ni tampoco para entender el sentido y significado de esos comportamientos, ni la percepción de realidad/irrealidad de aquello que se visiona, fuertemente excitado, en la pantalla. La maduración cerebral parece lograrse en torno a los 25-30 años.
Las imágenes excitantes se acaban imponiendo y al ser reiteradas, van a tener un carácter de normalidad. En el estudio de Save The Children de 2020, sobre el consumo de pornografía, se señala que:

Además se advierte que:

Dado que este tema nos parece fundamental, hemos dedicado seis artículos a hablar de los efectos del consumo de películas sexuales en niños y niñas, que te invito a leer.
Como hemos señalado en otro artículo, de los cientos de millones de películas que hay en los millones de webs porno gratuitas, menores y jóvenes disponen de billones de títulos sobre violaciones, incluso tortura sexual, términos muy usuales en los mismos, donde los protagonistas pueden ser padres, hijos, familiares, jefes, empleados o vecinos.
Da igual, cualquier práctica sexual, por rara que pueda parecer, es muy probable que esté filmada. Sin embargo, es preciso destacar que este tipo de películas sexuales pornoviolentas, normalizan el incesto, la paidofilia y pederastia y la agresión sexual a mujeres, por poner solo algunos de los efectos más destacados.
Tratar de meter en el mismo saco este tipo de vídeos con otros que no tienen ningún atisbo de violencia, porque son eróticos, además de una falacia, es un ejercicio de irresponsabilidad, en la medida en que están enviando el mensaje de que un vídeo de tortura sexual a una niña, es igual a otro en el que no hay ningún tipo de agresividad, observándose respeto y mutuo acuerdo entre los protagonistas.
La situación es, a mi juicio, compleja y preocupante. Por la facilidad y gratuidad del acceso: Barra libre las 24 horas del día, los 365 días al año. Todo ello comporta importantes riesgos para la salud y para las relaciones sexuales y afectivas del futuro de esos menores y jóvenes. Por esa razón hablamos de Generación de niños (y niñas) pornográficos. Una bomba de relojería que nos explotará más temprano que tarde.
Como ya he advertido, este título fue el elegido para nuestro primer libro de la serie sobre las películas sexuales, fue publicado por AMAZON y, a los 5 días, prohibido y sacado de su catalogo de ventas. Insólito e inaceptable.
Es probable que la desactivación de esta bomba solo sea posible a través de la capacitación específica en esta área tanto en la familia como en la escuela, como hemos propuesto reiteradas veces. Sin embargo, estamos lejos de una situación razonablemente satisfactoria.
La falta de educación sexual endémica en nuestro país, obliga a nuestros niños y jóvenes a buscar respuestas a sus inquietudes e intereses sexuales legítimos en Internet, topándose inevitablemente, con ese tipo de vídeos pornoviolentos que, a sabiendas, los reciben con los brazos abiertos.
¿Qué es un niño pornográfico?
Este tema ha sido desarrollado ampliamente en otros muchos artículos, por ejemplo en este, este o este. A modo de hipótesis, en síntesis, comprendería los siguientes rasgos:
1. Es un menor que ha aprendido sexo a través del porno fundamentalmente, sin educación sexual adecuada en la familia y la escuela, que se ha creído que lo que ve -que, a la vez, es lo que le excita enormemente y lo que le da un inmenso placer- es lo normal, expectativas que se va forjando en su mente inmadura.
2. Es probable que tenga relaciones sexuales precoces, que sea muy activo sexualmente y, sin importar la orientación sexual, y que trate de imponer a una chica lo que ha visto en las películas de pornografía violenta; es decir, coito oral, anal y vaginal alternativamente y sin ningún tipo de higiene, ni métodos de prevención de Infecciones de Transmisión Sexual. Con lo cual el riesgo de contagiarse una infección de esta naturaleza o bacteriana es elevado.
3. Quizá sea agresivo en sus primeras prácticas sexuales y como tienen todas las papeletas de que sean frustrantes, es posible que frecuente la prostitución porque es allí donde puede hacer lo que quiera, cualquier práctica sexual que le pida a una joven mujer, venida de un país pobre, obligada a hacerlo, por unos cuantos euros.
4. Es muy probable que tenga una conducta adictiva a este tipo de cintas sexuales y, en este caso, padecer determinadas alteraciones cerebrales. En esas circunstancias, es probable que sufra algún tipo de disfunción sexual. En el caso de que tenga pareja, puede que emerjan conflictos con ella y, tal vez, acaben separándose
5. Es de esperar que sus actitudes sexuales sean misóginas y permisivas respecto de la agresión sexual hacia las mujeres. Incluso comprenderá y tolerará esas agresiones en otros y, se ha comprobado, va a evitar intervenir si observa una agresión en su entorno.
6. Es probable que su capacidad de empatía y compasión se vea alterada. El porno violento destroza la empatía y la compasión de los seres humanos, particularmente en menores a unas edades en las que, su cerebro inmaduro y en desarrollo, está construyendo, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de sentir el dolor ajeno conmoviéndote y ofreciéndole tu mano y tu ayuda. Este tema ha sido analizado aquí.
7. Por todo ello, este chico, con toda probabilidad, va a sufrir enormemente en su vida. Y, de paso, toda su familia. Seguramente afectará mucho más a los estratos socioeconómicos más vulnerables.
8. Su modelo de comprensión de la sexualidad y la afectividad se verá, tal vez, afectado en lo que respecta a la construcción del papel del hombre, de la mujer y de sus relaciones afectivas y sexuales.
Ante esta situación, y con el fin de prevenir este tipo de problemática, proponemos una capacitación específica de padres, madres y docentes, en base a diferentes temas prioritarios, contenidos que, luego, ellos/as van a aplicar en sus respectivos ámbitos con niños, niñas y jóvenes según su edad y necesidades. Se trataría de competir con los contenidos que ofrecen estos vídeos, de ahí que la finalidad de nuestra propuesta es que lleven a cabo una adecuada educación sexual que les permita hacer frente a esa vigorosa influencia de la industria pornográfica, ante la que se hallan, demasiado a menudo, sin vigilancia de ninguna naturaleza. En una sociedad hipersexual como la nuestra, la pornografía seguirá existiendo durante mucho tiempo y, en este momento, la formación es el único recurso realista que tenemos, tal y como proponemos en TUS HIJOS VEN PORNO.
En consecuencia, se propone educar y capacitar en la sexualidad a chicos/as para que puedan hacer frente a los desafíos, y sus consecuencias, que plantea el consumo de pornografía, con diferentes dosis de violencia, en la sociedad actual, fenómeno de grandes y complejas implicaciones, que requiere una sólida formación.
El dilema, por tanto, es: ¿Quién educa la sexualidad y la afectividad de nuestros menores? Tenemos que elegir entre el porno violento o una visión radicalmente distinta de la sexualidad: una dimensión amorosa, saludable, divertida, tierna y placentera que tiene todo el sentido cuando se da en un entorno de deseo y acuerdo mutuo, afecto, respeto, libertad y corresponsabilidad en el placer con la otra persona, que me concierne y con la que empatizo.
Padres, madres y profesionales tendrán que responder a este dilema. No hay duda de que es un reto extraordinario para la salud sexual y emocional de las próximas generaciones.
Mas tarde o temprano tus hijos verán porno con violencia y tratarán de llevarlo a la menor oportunidad, con una chica que, a menudo, no ha visto tanto como él. Hay que capacitar a ambos, antes de que eso suceda y tengan otra mirada radicalmente diferente. Pero ¿qué decirles? ¿cómo? ¿cuándo? Para que conozcas mejor el problema e intervenir adecuadamente cuanto antes, te regalo un capítulo de mi último libro: https://cutt.ly/LAMUJaL Un manual de casi 500 páginas, valorado muy positivamente por profesionales, padres y madres. Lo tienes por lo que cuesta un café. ¿Me invitas a un café por los ratos buenos que hemos pasado? Gracias.
(*) PornEducation para el finde, ¿te atreves?, es una nueva propuesta, una más, a modo de campaña de sensibilización, que quiere ofrecer contenidos formativos por medio de artículos de divulgación, sobre sexualidad, educación sexual y pornografía, que se publicaran en este blog cada viernes, para leerlos y comentarlos el fin de semana con tranquilidad, con el hashtag: #PornEducationParaElFinde
👏👏 le animo a seguir porque es fundamental abrir los ojos a la juventud y sus familias. Gracias
Gracias por tu apoyo, pero solo no puedo hacer nada. Hay que apoyar también desde la familia, exigiendo educación sexual en la escuela. Apoyar mi trabajo, divulgarl mis libros… eso también ayuda.
Un saludo