Este artículo forma parte de la serie de entregas de este blog que hemos denominado “Mira, cariño…” , que tan fantástica acogida han tenido en las RRSS y que pretenden ofrecer recursos concretos para conversar con nuestros hijos/as.
En los talleres y cursos de formación que hacemos para familias y docentes, solemos proponerles tareas concretas para llevar a cabo con el fin de practicar lo aprendido en la actividad formativa, a través de recursos educativos específicos. Estas tareas no se plantean de manera aislada sino enmarcadas en la estructura del taller:
1. Evaluación de intereses y preguntas previas al inicio del mismo.
2. Desarrollo del taller.
3. Preguntas-debate subsiguientes a cada ponencia.
4. Metodologías activas y participativas. Casos prácticos.
5. Realización de tareas en casa/centro escolar.
5. Preguntas on line al ponente posteriores al taller.
En el apartado 5 proponemos que los/as participantes al taller, lean el texto que figura más abajo. Sería recomendable hacerlo junto a su pareja, los que convivan con ella, y valoren si en algún momento pueden utilizarlo con sus hijos/as, para hablar de “la primera relación sexual”, ya que en el taller planteamos competir con el modelo que ofrecen muchas de las películas pornográficas que ven los menores y jóvenes en ese aspecto en particular, por lo que sería deseable un cierto consenso por parte de los progenitores. En consecuencia, esta es la propuesta que yo sugiero.
Esta sugerencia está desarrollada más ampliamente en el volumen 2 de nuestro programa TUS HIJOS VEN PORNO (Clica aquí si quieres más información) donde se apuntan diferentes recursos complementarios (vídeos, textos,…) y conforma nuestra propuesta de educación sexual para prevenir los efectos del consumo de pornografía en menores y jóvenes.
Por tanto este tema, el de las primeras relaciones sexuales, fundamental en la educacion sexual de nuestros hijos/as, forma parte de uno de los 5 temáticas que proponemos en ese libro para hacerle la competencia al todopoderoso influjo del porno. Se acompaña, además, de un amplio contenido así como de diferentes recursos didácticos y metodológicos para facilitar la tarea educativa en el hogar.
1.- Indicamos que valoren leerlo con los/as hijos/as conjuntamente o por separado, a partir de los 12 años, aunque en cada familia se considerará la edad más adecuada. En algunas familias podría ser antes. En otras algo después, pero los 12 años nos parece una edad apropiada, por cuanto es probable que ya hayan visto películas sexuales, las verán en breve o saben de su existencia. Hay que recordar que algunos chicos ya ven porno (que yo denomino Películas Sexuales) a los 6 años y otros a los 8 y aunque sean excepcionales es probable que vaya a más. Con todo, si queremos prevenir riesgos, antes de los 12 años deberían tener una idea clara de los mismos.
Cualquier niño/a con un movil de acceso a Internet, se va a topar con el porno sí o sí. Tenemos que competir con él.
2.- La lectura del texto puede dar lugar a un interesante diálogo, aunque la situación en cada hogar pueda permitir algún cambio. La sugerencia es dárselo por escrito con el compromiso de hablar posteriormente de su contenido. Tal vez en algunas familias la madre pueda empatizar mejor con la hija y el padre con el hijo, si bien pienso que la visión del otro sexo es igualmente muy recomendable. Un debate conjunto puede ser una experiencia relevante.
3.- Podría ser educativo plantear las diferentes formas y estrategias de ligar que tienen lugar en los jóvenes actuales y la importancia que representa el alcohol, las sustancias estimulantes, las aplicaciones para ligar o las películas sexuales. Los padres podrían explicar el modelo que era más común en su época. El abordar cuestiones como la atracción, el deseo y el enamoramiento en la juventud suele dar resultados muy interesantes, valorando las diferencias intergeneracionales.
4. También analizar los diferentes procesos de seducción. Cuando trabajamos con jóvenes, sugerimos que cada cual, de manera anónima, escriba las diferentes estrategias para entablar relación con una chica/o que le gusta. Qué aspectos valora, tiene en cuenta o inclusive exige en la otra persona, para involucrarse en la relación. Apostamos por la honestidad a la hora de expresar los deseos y las exigencias. Posteriormente se ponen en común todas las aportaciones, para ver la diversidad de los estilos personales.
Si se estima oportuno, se puede incluir los nuevos modos de “ligar” en una sociedad digital, como las aplicaciones de Tinder o similares.
5.- Tomamos como referencia las primeras relaciones de una pareja de jóvenes heterosexuales. No obstante el planteamiento general podría ser extensible a otras orientaciones del deseo, con algunas matizaciones.
6.- Yo suelo utilizar en el proceso de toma de decisiones la técnica de la lluvia de ideas, teniendo en cuenta la identificación de las diferentes opciones, el grado de conocimiento que se tiene sobre cada una de ellas y un análisis de ventajas e inconvenientes de cada alternativa antes de la toma de decisión final.
7.-Debe quedar claro que no se trata de una intervención aislada, sino dentro del conjunto de la educación sexual familiar. No obstante, la gravedad actual del consumo de porno en menores, obliga a tomar decisiones más pragmáticas. Esta actividad también se puede hacer en el centro educativo.
8.- Pongo el foco en los chicos porque son los agresores sexuales en su inmensa mayoría. Considero que tenemos que plantearnos la prevención de las agresiones sexuales y este tipo de actividades pueden contribuir a ello, en el marco de programas educativos más extensos. Los hombres que agreden a mujeres, se pierden la oportunidad de disfrutar de una relación sexual de tú a tú. Tenemos que insistir en este punto.
Si te parece extensa, podrías recortarla, pero a partir de los 12-14 años no debería suponer “un gran esfuerzo” leer todo el texto, aunque los procesos de aprendizaje están cambiando y ahora se prefieren vídeos de un minuto en TikTok.
Texto para leer y luego compartir:
“No tengas prisa. Ni por tener un coito antes que los demás, ni por hacerlo el primer día. Tenéis todo el tiempo del mundo para disfrutar de tu sexualidad. Desde la experiencia, muchas personas prefieren una relación gratificante que dos o tres deprisa y corriendo y de malas maneras. No os creáis en ningún momento que el alcohol o el consumo de drogas aumenta el placer.
Sería deseable que ambos os pongáis de acuerdo, buscando por lo menos un par de horas libres los días que queréis estar juntos, en un lugar adecuado. Absolutamente en todo lo que hagáis debéis estar de acuerdo. El consentimiento y el mutuo acuerdo son un requisito imprescindible. Innegociable. Por esa razón hay que hablar y expresar, previamente, los gustos y preferencias de cada cual.
Es necesario procurar la máxima intimidad, que nadie os moleste y que la habitación tenga una temperatura agradable. Además, si ambos contribuís a crear un ambiente erótico y relajado la experiencia puede ser más divertida. También será más placentera si lo que hacéis es mutuamente deseado, respetando las preferencias sexuales y si ambos os comprometéis en la mutua satisfacción.
Tratar de hacer el amor como si estuvierais aprendiendo a jugar, a disfrutar, a investigar con vuestros cuerpos, acariciar una y mil veces cada centímetro de vuestra piel, a comunicaros vuestros afectos, deseos y sentimientos amorosos con vuestras manos o vuestra lengua. Todo ello puede ser igual o más gratificante que el coito y no tiene ningún riesgo.
El bienestar, el disfrute saludable requiere tiempo. Tiempo para seducir, desear y explorar las enormes capacidades y posibilidades de nuestro cuerpo, con sus infinitos matices y cambios. Tiempo para el goce apasionado y compartido.
Antes de nada, convendría hablar, sobre todo para ponerse de acuerdo, en lo que vale y en lo que no vale. En lo que gusta o no. Nadie, jamás, debe imponer nada a la otra persona. Todo lo que se haga debe ser aceptado por ambos. El respeto y la honestidad son valores esenciales en la vida sexual.
Ya más en concreto, la relación sexual puede comenzar por una agradable ducha. La higiene corporal no solo permite que la relación sea más agradable, sino que favorece caricias sexuales más novedosas, siempre que estas sean deseadas.
Después de la ducha o incluso durante ella: caricias. Muchas caricias. Inventa. Innova. Imagina. Intercambiar papeles, primero un miembro de la pareja da placer y el otro lo recibe. Luego al revés. La mitad del tiempo uno de los dos puede ser algo más activo y la otra mitad se cambian los papeles.
Cuando se acaricia o se reciben caricias, nos olvidamos de todo excepto de disfrutar del masaje tierno y amoroso, de los besos con afecto y delicadeza, de los abrazos dulces y suaves, concentrándose en las propias sensaciones. Descubriendo los sentimientos y emociones que las manos y las caricias producen constantemente, a través de las infinitas terminaciones nerviosas que hay en toda nuestra piel mientras decimos palabras amorosas o atrevidas, previamente negociadas. A muchas mujeres esto suele gustarles más que la penetración genital. En cualquier caso, lo importante es entregarse, sentir y gozar de las sensaciones de todo el cuerpo.
Luego, quien ha recibido caricias y afecto, es quien lo da. Y quien dio antes, ahora recibe. Solo hay que acariciar y dejarse llevar. Abandonarse es la clave para disfrutar del afecto y de la sexualidad. Esto es muy placentero y no tiene absolutamente ningún riesgo. Por tanto, dos personas pueden disfrutar de su sexualidad, de sus cuerpos y de sus emociones y sentimientos sin arriesgar su salud o hipotecar su futuro.
Cuando la decisión es libre, consentida, compartida y además hay afecto y amor en la pareja, la experiencia es generalmente muy positiva. Solo un sí es un sí.
Esto es perfectamente compatible con la pasión y el deseo, pero lo que ahora nos gustaría destacar es que se puede disfrutar, igual o más, acariciándose, tocándose y besándose que con el coito y, además, sin riesgos.
¿Y si ambos desean el coito?
En este caso, es necesario utilizar el preservativo en cada relación. Es absolutamente obligatorio en relaciones esporádicas, con personas desconocidas, no sólo para prevenir un embarazo no deseado, sino para evitar un contagio de una infección sexual o del SIDA.
Hay que acostumbrarse a utilizar el condón y colocarlo antes de cualquier penetración. No hay que arriesgarse. Luego es más difícil volver atrás. Ni siquiera introducir la puntita del pene. Debe colocarse cuando el pene esté en erección. El preservativo que lo puede poner él o ella, puede convertirse en un momento excitante y divertido”.
Por cierto, este artículo fue prohibido en 2008, previamente solicitado al autor, para ser publicado en una revista destinada a familias en un Instituto de Enseñanza Secundaria de Pamplona, en la que se abordaba la primera vez de los jóvenes en sexo, en drogas, en alcohol... desde un perspectiva preventiva y en el marco de una obra de teatro hecha por adolescentes de ese centro educativo. ¿Qué opinas? En este libro cuento esa lamentable e increíble experiencia, junto a otras 20 iniciativas similares sobre educación sexual y que fueron censuradas por las autoridades académicas, religiosas o sanitarias en los últimos 40 años en esa Comunidad.
Nota final. Es necesario transmitir una visión de la sexualidad como una dimensión amorosa, saludable, divertida, apasionada, tierna y placentera que tiene todo el sentido cuando se da en un entorno de deseo y acuerdo mutuo, afecto, respeto, libertad y corresponsabilidad en el placer del otro/a, que puede vivirse, si así se quiere, de manera individual o en compañía, configurando una parte de la salud sexual. Cualquier tipo de violencia es incompatible con la sexualidad y, por tanto, inaceptable.
Cualquier comentario o pregunta, podéis hacerla a través del contacto de mi página web. Si llevas a cabo esta iniciativa , me gustaría me hicieras llegar tus conclusiones.
P.D. La ilustración que encabeza este artículo es de Pilarín Bayés y corresponde a nuestro libro Mi segundo libro de información sexual y afectiva, publicado en euskera, castellano y gallego.
Creo que el leguaje utilizado carece de la consideración de parejas homo, además el genérico podría haber sido el femenino puesto que somos personas, a las que va dirigido el texto y el género de las mismas es el femenino.
Por otra parte opino que cuando se plantea qué y cómo de la relación sexual se enfoca desde una perspectiva coitocéntrica, cuando se puede plantear el coito como una opción. Por otra parte el consentimiento es un modo de sometimiento, es más interesante hablar de participación, complicidad, compartido.