Agosto está siendo un mes muy caluroso y muy agitado en lo que a agresiones sexuales se refiere, eclosionando en el “beso de Rubiales” a una jugadora de la selección española ganadora del Mundial de futbol femenino y que desató ríos de tinta y minutos televisivos. A esta cuestión dediqué algunos post en RRSS y tuvieron una excelente acogida. Por ejemplo estos dos:
La agresión sexual de Rubiales es el ejemplo más claro de los privilegios y prebendas sexuales que se han arrogado, a lo largo de la historia, quienes han sido y son hombres poderosos, aunque sea un poder minúsculo. Se creen con el derecho de hacerlo. Y es en la sexualidad, donde mejor se evidencian estas conductas machistas e inaceptables.
Hay quienes todavía hoy niegan la evidencia. Sin entrar en el historial de este señor y del gesto vulgar de “tocarse el paquete”, cabría sospechar que quienes lo hacen, lo que pretenden es, cuando menos, normalizar estas conductas y cuando más, fomentarlas. En este caso concreto, lo cierto es que es un superior jerárquico, que besa en la boca (clara conducta sexual, intencional)a una subordinada, en publico, de manera explícita (cómo le coge la cara fuertemente) y sin consentimiento (lo ha dicho ella)?Qué más hay que considerar?
Por cierto, un extenso post que publiqué en Twitter sobre las agresiones sexuales, tuvo una espectacular respuesta. Más de CINCO MILLONES de impresiones y más de 4,9M de reproducciones en tan solo 48. Si quieres conocer este exitoso hilo de Twitter, clica aquí.
En cualquier caso, ya sé que este mes es proclive a que cualquier noticia se convierta en una serpiente de verano, compitiendo con un asesinato en Tailandia, cometido al parecer por el hijo de un actor español muy conocido.
Lo cierto es que ha habido informaciones frecuentes sobre diferentes agresiones sexuales en manada lo que provoca una alarma social, aunque solo sea momentánea. Diferentes medios se han puesto en contacto conmigo para recabar mi opinión sobre tales agresiones, en particular Radio Nacional de España y La Voz de Galicia. En otros artículos de este blog he detallado otras entrevistas.
Voy a hablar de la entrevista que me hace la reportera Laura Miraya del periódico La Voz de Galicia en su sección de salud. Resumo algunas de las ideas que plantee en la conversación.
La primera pregunta es conocer el alcance del problema del consumo, y mi respuesta es:
La inmensa mayoría de los jóvenes españoles antes de los 20 años van a consumir porno. Los estudios que tenemos, y hay varios, indican esto. Podemos situar la edad de los 16 años como una en la que la mayoría de los jóvenes ya han visto porno. No es solo en España. En Suecia, por ejemplo, el 96 % de los jóvenes a los 16 años ha consumido porno. Se da un caso similar en Australia. Este es un tema global.
La segunda hace referencia a la facilidad del consumo y mi opinión es que:
El acceso al porno es gratis, es fácil, está a disposición de cualquiera. Y los chavales y las chavalas necesitan respuestas a sus preguntas. Todos los niños y las niñas desde muy pronto comienzan a interesarse por el sexo, porque es una motivación de la conducta humana muy importante desde hace millones de años. La naturaleza ha previsto que eso sea así, es un impulso que te lleva a buscar placer. Además, en nuestra sociedad hipersexual se enfatizan aspectos sexuales en detrimento de otros factores más personales. Entonces, se consume pornografía porque es una de las pocas alternativas que tienen los jóvenes para responder a esas preguntas e inquietudes. Ni en la escuela ni en casa se habla de placer sexual, de deseo sexual. De pornografía no se habla. Son temas que siguen siendo tabú. Venimos de una creencia de que el conocimiento sexual es perjudicial y cuanto más se sepa, peor. Esto es un error, sobre todo ahora que la información sexual pasa por internet y por las películas porno.
En otro momento la periodista trata de conocer si hay algún factor explicativo del acceso al porno:
Hablar de si hay factores que lleven al consumo de porno cuando prácticamente la totalidad de los jóvenes lo hacen es difícil. No tiene sentido. Otra cosa es el consumo abusivo. Hay un estudio que indica que un 25 % de los jóvenes españoles antes de los 20 años habría visto entre 1.000 y 5.000 horas de porno violento. Esto es preocupante, porque indica una adicción, que es la consecuencia más conocida del consumo de porno. Podríamos pensar que la gente que consume en exceso tiene problemas personales, de aburrimiento, de soledad. Y efectivamente, en algunos casos, se constata que hay estos elementos. Pero cuando el consumo es tan generalizado, no se puede decir que haya variables que lleven al consumo. No sé si hay algún chaval que nunca haya visto porno. Y las mujeres, que tradicionalmente lo consumían menos, ahora se van incorporando. Porque la industria del porno no es tonta y está ofreciendo productos donde la mujer tiene relieve y toma iniciativa, para apuntar a ese nicho del mercado que es el 50 % de la población. En los próximos años, esa brecha va a disminuir.
Enseguida su interés se centra en los posibles efectos:
Sin duda. Muchas investigaciones científicas sugieren que hay riesgos relacionados con ese consumo. Por ejemplo, la adicción, las alteraciones cerebrales, problemas en la pareja y también conductas irresponsables, porque el condón no existe en el porno y el mensaje que se da a los jóvenes es que hay que hacerlo sin nada. Hay problemas de ansiedad, de depresión, de consumo de sustancias. Hay un conjunto de investigaciones muy serias que sugieren que el consumo precoz y abusivo de porno no es gratuito, que tiene consecuencias. Esos niños y niñas van a sufrir mucho. Van a ser muy precoces en el sexo y van a tener mayor riesgo de violencia sexual e infecciones sexuales. De hecho, en España las infecciones de transmisión sexual que se han incrementado en un 250 %. La sífilis y la gonorrea están creciendo y todo esto preocupa enormemente.
Pasa a preguntarme por las relaciones sexuales de los jóvenes:
No es que haya una edad. Sabemos que entre los 15 y los 16 años muchos chicos y chicas practican sexo. Pero esta edad parece ir disminuyendo cada vez más, al igual que el consumo de alcohol y de porno. Van de la mano. Si el primer acceso que tienen a la sexualidad es a través del porno y ver eso les excita y se masturban, el pasarlo a la práctica va a ser una cuestión de oportunidad. Pero es muy importante destacar que el cerebro de un adolescente es inmaduro. Hasta los 25 años, el cerebro humano no alcanza el máximo de madurez. Por tanto, mientras están en la adolescencia, su cerebro está construyéndose. Todas las experiencias vinculadas al sexo, sean fantasías, porno, o prácticas, van a tener una importancia destacada en esa etapa. Nuestro cerebro, por razones de la supervivencia de la especie, confiere una trascendencia importante a estos estímulos. Si a esto añadimos que es algo placentero, gratuito y emocionante, el sexo se convierte en un elemento de una atracción extraordinaria en la adolescencia. Luego, hay un contexto que puede facilitar o no esa práctica: el consumo de alcohol y drogas, por ejemplo. Mientras tanto, ni en casa ni en la escuela se ofrece educación sexual. Y esto es una bomba de relojería cuyas consecuencias ya estamos viendo. Ahora, como hay preocupación por las agresiones sexuales, hay una parte de la sociedad que está reaccionando. Pero hay una desidia acerca de estos temas que es muy arriesgada. Yo vengo advirtiendo desde hace años que no podemos dejar la educación sexual en manos del porno.
Y una interesante pregunta ¿Por qué resulta un estímulo tan potente el porno?:
Si aceptamos que el deseo sexual es una poderosa motivación de la conducta, podemos entender muchas cosas que pasan. El sexo tiene un poder extraordinario porque produce placer y está en nuestra base biológica. La naturaleza lo ha previsto para que la especie continúe. La corteza cerebral es la que nos permite decidir si lo practicamos o lo posponemos, pero el impulso está ahí y en la adolescencia, cuando el cerebro no está maduro, es mucho mayor. Un chico o una chica adolescentes tienen una atracción por el riesgo, se sienten invulnerables, quieren las cosas ya. Estos son factores propios de la adolescencia que facilitan que ese chico o esa chica practiquen sexo.
Hubo más preguntas y, la verdad, es que estuve muy a gusto y creo que describí un visión realista y clara del problema. Si quieres conocer la totalidad de la entrevista clica aquí.