Una mesa redonda “accidentada”.

El viernes pasado fui invitado, por un colectivo feminista, a hablar sobre los efectos del porno en una mesa redonda en la que se abordaban tres temas “calientes” y su influencia en la infancia: La pornografía, la violencia vicaria y la infancia trans. No hay duda de que son tres fenómenos que generan una polarización ideológica como pocos otros temas.

Lamentablemente tuvo un triste final por la actitud de algunas personas que fueron, más que a participar y enriquecer el debate, a boicotear el evento, que puso en evidencia la intolerancia y las actitudes de odio que rodean a este tipo de cuestiones, por parte de determinados colectivos.

Antes del mismo ya hubo quienes proponían quemar el local con todos nosotros dentro, profiriendo insultos, descalificaciones y mensajes de odio en redes sociales.

En todo caso fue un espectáculo bochornoso y esperpéntico que en nada coadyuva a los avances necesarios en este terreno.

Es lamentable que, cada vez más, haya una mayor intolerancia, autoritarismo, acoso y actitudes violentas y de odio frente al discrepante porque se defiende el criterio de “o estás conmigo o estás contra mí”.

Pero no solo en las RRSS sino también en la vida real observo demasiada ideología y propaganda en detrimento de los conocimientos científicos y esto, a la postre, a quien más perjudica es a los más vulnerables: los/as menores que son los que mayor sufrimiento experimentan.

Tengo la impresión de que, en algunos asuntos, retrocedemos.